Dejando el ego de lado: convertirte en un dueñx funcional para tu empresa

Hubo un tiempo en donde ser el dueñx de una empresa significaba en parte ser el que todo lo hace. Era una gran responsabilidad y muchas tareas solían recaer en los hombros de esa persona. En este modelo de negocio, la empresa era “dueño presente” y generalmente no se accionaba sin su visto bueno.

En Con Amor hemos trabajado con muchas marcas y en algunos casos, el dueñx decidía hasta el color de los botones de las prendas que se confeccionaban. Eso genera un espacio lento, con poca libertad de propuesta y que le pone a los equipos internos o áreas un techo, que también suele generar frustración

Cambios que llegan para quedarse

Sabemos que llevar adelante un negocio no es tarea sencilla. Por eso es importante tomarse el tiempo para definir los roles a cubrir y buscar perfiles que sepan hacer su trabajo pero que también acompañen con su idiosincrasia, su personalidad y su actitud el perfil del quien dirige la empresa.

Últimamente la tendencia en las conversaciones sobre este tema es nombrar un “nuevo liderazgo”, de ser líder en vez de jefx, lo que nos lleva a pensar cómo se logra eso ¿Es una actitud, una postura de una sola persona o también requiere de ciertas acciones en conjunto?

Otto Scharmer conceptualiza la desestructuración del Ego Sistema y el pasaje al Ecosistema. Más información en: http://www.blog.ottoscharmer.com/

Es interesante ver la evolución de las empresas y la adaptación del liderazgo a los nuevos tiempos que corren ¿Hay un cambio del sistema del ego a la conciencia del ecosistema, del equipo? Este pasaje requiere un viaje que implica pensar en las otras partes que participan del proceso, poniendo atención a los tres instrumentos del conocimiento interno, como plantea Otto Scharmer en la Teoría de la U: mente abierta, corazón abierto y voluntad abierta.

Llegó la hora de dejar el EGO de lado y hacer lugar para crear un ECOSISTEMA positivo.

Un nuevo modelo de liderazgo

El cambio de un ego-sistema a una economía del ecosistema requiere un movimiento global que necesita ser apoyado por una nueva impronta de liderazgo. Y no es una manera de pensar aplicable solo a empresas o corporaciones, sino a todas las áreas de nuestra vida: la naturaleza, los consumos, la economía, porque se trata de crear otras formas posibles de estar en el mundo.

Los valores de cada sistema y cómo varían en cada tipo de sistema: Centralizado/Distribuido, Programado/Tiempo real, Inhouse/Hecho por fuera, Propio y cerrado/ Compartido y abierto, Hipercompetición/Hipercolaboración, Pirámides/Nodos, Gastar y tirar/Usar y reciclar, Unidireccional/Multidireccional, Monlítico/Reticular, Propiedad/Interoperabilidad.

La horizontalidad, los participantes internos y el lugar para construir desde el rol de los colaboradores hacen mejores las organizaciones y permiten a los directorios construir nuevos objetivos con roles más claros.

Algo que es importante destacar: en esta modalidad los aprendizajes en las organizaciones son más rápidos y los errores se asimilan y corrigen de una manera más veloz. De esta manera, los desafíos pueden ser delegados y los riesgos se vuelven gestionables entre varias personas.

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